My
work is an open work
Stephen
Willats.
En
los estudios o metodologias visuales la cultura es considerada una
construcción social, es considerada como un conjunto de prácticas
sociales que generan significado y sentido de la experiencia humana.
Es la producción e intercambio de significados, es la interpretación
significativa de lo que nos rodea, es darle sentido al mundo. (Stuart
Hall)
Los
estudios visuales se pueden entender como un acercamiento cultural a
las imágenes, pues las imágenes nunca son inocentes, nos ofrecen
distintas miradas del mundo, distintos “modos de ver”,
representan al mundo en términos visuales. Hay que distinguir entre
“visión” (los aspectos fisiológicos de la mirada) y
“visualidad”, que es la construcción de la mirada, es el sesgo
subjetivo de la misma. Estamos dentro del régimen escópico de la
cultura, basado en la representación, en la producción de imágenes
que “retratan” al mundo. Ver es más importante que creer, donde
el régimen escópico se vuelve una glotonería visual (Haraway), que
jerarquiza en términos de clase social y se erige como universal. Es
una organización (y administración) de la diferencia, donde ciertas
formas particulares de representación están ligadas a las
relaciones sociales de poder, pero en realidad no tienen
“inevitabilidad” histórica, son constructos impuestos.
Desde
esta perspectiva, se deben ver las imágenes como lugares de
resistencia y de irreductibilidad que contrarresten los mecanismos
ideológicos del régimen escópico. Se proponen procesos y prácticas
sociales en vez de objetos o artefactos, en tanto que la cultura no
es un todo constituido por objetos sino un rango de prácticas
sociales significativas, en las cuales se inscriben los “efectos”
de las imágenes.
Para
el artista Stephen Willats, en la realidad institucional en la que la
mayor parte del arte contemporáneo se inserta actualmente (los
museos, revistas, escuelas y colecciones de arte) todavía existe una
aversión por las prácticas artísticas basadas en las complejidades
del intercambio social. Es en otras áreas de la actividad artística
y en otros ambientes sociales donde el arte existe, como en el arte
educativo, en el arte comunitario y psiquiátrico, donde se valoran
otros modelos de intercambio y comunicación entre la gente. En el
arte institucional estas prácticas son en el mejor de los casos
marginadas sino es que del todo excluídas, pues se considera que
pueden menoscabar los criterios de autoridad basados en la autoría y
propiedad que dependen de la posesion de las obras de arte. Y este sería
el centro del problema dice Willats, pues en las prácticas sociales
hay un desinterés implícito de la autoría, y un énfasis en la
práctica artística vista como una experiencia basada en procesos en
el tiempo y no contenida en un objeto “inmortalizado”.
Es
una intención y un resultado de las prácticas artísticas de
Willats el abarcar las problemáticas de la sociedad y la cultura
contemporáneas como una manera de examinar conscientemente la
función y el significado del arte en nuestra sociedad. Para él la
obra de arte tiene una función social dinámica e interactiva, y por
lo tanto es necesario ir más allá de las normas y convenciones de
un mundo del arte basado en los objetos, de tal manera que la
función de su trabajo es el transformar la percepción del arte como
una cultura determinista de objetos y monumentos, y mostrar las
posibilidades inherentes en la comunión entre las personas, y en la
riqueza y complejidad de la auto-organización social. Para Willats
la cultura es un ente fluido, cambiante, relativo y complejo, el
mundo es para él una experiencia “multicanal” en el tiempo,
donde los fragmentos percibidos de nuestra realidad son variables
aleatorias, y donde escogemos el orden que queremos ver de la misma,
de tal manera que la práctica artística deviene un “fenómeno
social”:
- La obra de arte puede constituir en sí msma un “estado social”, un modelo de relaciones humanas.
- Una obra puede consistir en un proceso en el tiempo, un sistema de aprendizaje mediante el cual se puede acceder a, e internalizar, los conceptos sociales mostrados.
- Una obra de arte debe reconocer el relativismo inherente de la percepción y la transitoriedad de la experiencia, habiendo así ni bien ni mal, y tomando la forma de un proceso sin fin.
- Una obra tiene la posibilidad de operar como su propia institución y es como tal independiente de las instituciones del arte.
“Últimamente
estoy interesado en la idea de que la realidad es nuestra propia
construcción, de que la construimos y que nosotros creamos la
realidad que queremos en nuestra vida. No hay una sola manera de ver
la realidad.”
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