sábado, 4 de abril de 2015

Stephen Willats y los estudios culturales

My work is an open work
Stephen Willats.

En los estudios o metodologias visuales la cultura es considerada una construcción social, es considerada como un conjunto de prácticas sociales que generan significado y sentido de la experiencia humana. Es la producción e intercambio de significados, es la interpretación significativa de lo que nos rodea, es darle sentido al mundo. (Stuart Hall)
Los estudios visuales se pueden entender como un acercamiento cultural a las imágenes, pues las imágenes nunca son inocentes, nos ofrecen distintas miradas del mundo, distintos “modos de ver”, representan al mundo en términos visuales. Hay que distinguir entre “visión” (los aspectos fisiológicos de la mirada) y “visualidad”, que es la construcción de la mirada, es el sesgo subjetivo de la misma. Estamos dentro del régimen escópico de la cultura, basado en la representación, en la producción de imágenes que “retratan” al mundo. Ver es más importante que creer, donde el régimen escópico se vuelve una glotonería visual (Haraway), que jerarquiza en términos de clase social y se erige como universal. Es una organización (y administración) de la diferencia, donde ciertas formas particulares de representación están ligadas a las relaciones sociales de poder, pero en realidad no tienen “inevitabilidad” histórica, son constructos impuestos.
Desde esta perspectiva, se deben ver las imágenes como lugares de resistencia y de irreductibilidad que contrarresten los mecanismos ideológicos del régimen escópico. Se proponen procesos y prácticas sociales en vez de objetos o artefactos, en tanto que la cultura no es un todo constituido por objetos sino un rango de prácticas sociales significativas, en las cuales se inscriben los “efectos” de las imágenes.
Para el artista Stephen Willats, en la realidad institucional en la que la mayor parte del arte contemporáneo se inserta actualmente (los museos, revistas, escuelas y colecciones de arte) todavía existe una aversión por las prácticas artísticas basadas en las complejidades del intercambio social. Es en otras áreas de la actividad artística y en otros ambientes sociales donde el arte existe, como en el arte educativo, en el arte comunitario y psiquiátrico, donde se valoran otros modelos de intercambio y comunicación entre la gente. En el arte institucional estas prácticas son en el mejor de los casos marginadas sino es que del todo excluídas, pues se considera que pueden menoscabar los criterios de autoridad basados en la autoría y propiedad que dependen de la posesion de las obras de arte. Y este sería el centro del problema dice Willats, pues en las prácticas sociales hay un desinterés implícito de la autoría, y un énfasis en la práctica artística vista como una experiencia basada en procesos en el tiempo y no contenida en un objeto “inmortalizado”.
Es una intención y un resultado de las prácticas artísticas de Willats el abarcar las problemáticas de la sociedad y la cultura contemporáneas como una manera de examinar conscientemente la función y el significado del arte en nuestra sociedad. Para él la obra de arte tiene una función social dinámica e interactiva, y por lo tanto es necesario ir más allá de las normas y convenciones de un mundo del arte basado en los objetos, de tal manera que la función de su trabajo es el transformar la percepción del arte como una cultura determinista de objetos y monumentos, y mostrar las posibilidades inherentes en la comunión entre las personas, y en la riqueza y complejidad de la auto-organización social. Para Willats la cultura es un ente fluido, cambiante, relativo y complejo, el mundo es para él una experiencia “multicanal” en el tiempo, donde los fragmentos percibidos de nuestra realidad son variables aleatorias, y donde escogemos el orden que queremos ver de la misma, de tal manera que la práctica artística deviene un “fenómeno social”:

  • La obra de arte puede constituir en sí msma un “estado social”, un modelo de relaciones humanas.
  • Una obra puede consistir en un proceso en el tiempo, un sistema de aprendizaje mediante el cual se puede acceder a, e internalizar, los conceptos sociales mostrados.
  • Una obra de arte debe reconocer el relativismo inherente de la percepción y la transitoriedad de la experiencia, habiendo así ni bien ni mal, y tomando la forma de un proceso sin fin.
  • Una obra tiene la posibilidad de operar como su propia institución y es como tal independiente de las instituciones del arte.
Últimamente estoy interesado en la idea de que la realidad es nuestra propia construcción, de que la construimos y que nosotros creamos la realidad que queremos en nuestra vida. No hay una sola manera de ver la realidad.”








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